(Pintura del artista cubano Rolando Quintero)
Rotomo este hilarante texto de Bladimir Zamora Céspedes, publicado en El Caimán Barbudo el 11 de abril de 2016: va del día en que tuvo que hacer de ruso.
Es increíble cómo pasa el tiempo o, más bien, los diversos sucesos a lo largo de los años. No creo que tanta gente se acuerde de cuándo dejó de existir la Unión Soviética y mucho menos de cuándo se celebró el último Festival Juvenil de la Amistad Cubano-Soviética…
Se celebró en la ciudad de Pinar del Río, en el momento que la URSS estaba tirando ya los últimos cartuchazos. A nuestra revista, que entonces era un mensuario, casi siempre la invitaban a esos festines y yo era uno de los más dispuestos a tirar cuatro cosas en la mochila y asistir.
Un grueso número de jóvenes cubanos llegamos a Pinar para encontrarnos con un puñado de rubicundos miembros del Komsomol Leninista. Hubo varias sesiones muy interesantes, sobre todo lo relacionado con la floreciente Perestroika. En la agenda aparecía una actividad inviolable: la visita a los CDRs de la ciudad. Nos dispusimos a ello una noche. Salieron del hotel varias guaguas cargadas con muchos cubanos y un más pequeño grupo de soviéticos. El ómnibus paraba en cada cuadra y dejaba personal a discreción. Así llegamos al último CDR que nos correspondía. Entonces fue que sucedió lo que sucedió…
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